La vista desde arriba (también conocida como vista de pájaro) es, junto a la dicotomía del control, una de las prácticas del estoicismo más útiles y sencillas de practicar que conozco. Como podemos imaginar por lo que su propio nombre sugiere, este ejercicio consiste en mirar las cosas desde otra óptica, más amplia, como si fuéramos un pájaro que ve no sólo el árbol, sino todo el bosque.
Vamos a ver en qué consiste la vista desde arriba paso por paso, y por qué su práctica tiene amplios beneficios para los aspirantes a estoicos.
Antes de continuar con el artículo, si prefieres escucharlo en versión podcast, puedes hacerlo a continuación:
Cuando nos preocupa un problema o nos invade una emoción negativa, tendemos a darle más importancia de la que tiene. Nos parece lo más grave del mundo, principalmente porque estamos poniendo nuestra atención en lo que tenemos delante, sin ser capaces de ver el puzzle completo. Daniel Kahneman, el aclamado escritor y premio Nobel por su maravilloso libro «Pensar rápido, pensar despacio» tiene una frase muy buena que resume a la perfección esta idea:
Nada es tan importante como tú crees que es cuando estás pensando sobre ello.
Los estoicos pensaban lo mismo, especialmente Marco Aurelio, que hace referencia a este fenómeno varias veces en sus «Meditaciones«. Por ejemplo, en uno de sus pasajes, nos dice el emperador filósofo:
Contempla desde arriba innumerables rebaños, infinidad de ritos y todo tipo de travesía marítima en medio de tempestades y bonanza, diversidad de seres que nacen, conviven y se van. Reflexiona también sobre la vida por otros vivida tiempo ha, sobre la que vivirán con posterioridad a ti y sobre la que actualmente viven en los pueblos extranjeros; y cuántos hombres ni siquiera conocen tu nombre y cuántos lo olvidarán rapidísimamente y cuántos, que tal vez ahora te elogian, muy pronto te vituperarán; y cómo ni el recuerdo ni la fama, ni, en suma, ninguna otra cosa merece ser mencionada.
En otras palabras, nos está diciendo que nos quitemos importancia, primero porque muchas otras personas han vivido antes que nosotros, y también vivirán después, y nadie se acordará de que hemos existido en unos años.
No somos tan importantes como pensamos.
En esta entrada encontrarás...
Ventajas de la vista desde arriba
Una de las ventajas de la práctica de la vista desde arriba es reducir el miedo, la ansiedad y la incertidumbre que puede provocarnos nuestra estrecha visión sobre el problema. Los estoicos proponen que si ponemos nuestro problema en una perspectiva histórica más amplia, veremos que en realidad es insignificante en el orden de las cosas, y que muchas personas han superado éste y otros problemas más graves. Por lo tanto, nosotros también los superaremos.
Y si no, no es el fin del mundo. La vida seguirá adelante.
Los estoicos nos animan a aparcar nuestro ego con este ejercicio. Aunque creamos que nuestro problema es el más importante, en realidad no lo es. Practicando esta vista de pájaro nos daremos cuenta de ello.
Si no me crees, vamos a ver un ejemplo.
Piensa en algún problema que hayas tenido a lo largo de tu vida, y que en ese momento pensaras que era «el fin del mundo». Puede ser una ruptura amorosa, un despido laboral, o una lesión deportiva, por ejemplo. Probablemente cuando te estaba ocurriendo le diste mucha importancia, pues era el problema más grave que tenías. Pero si lo miras con perspectiva, ahora te darás cuenta de que no era para tanto y que lo superaste antes de lo que pensabas.
Y no sólo lo superaste. Ahora eres más fuerte gracias a haberlo hecho.
Lo que el estoicismo quiere decirte es que si esto ocurre sólo con tu vida, imagínate en toda la Historia. Tu problema será un minúsculo punto.
Otra ventaja de la práctica de la vista desde arriba o vista de pájaro es que podrás ver en tu problema otras perspectivas que no habías considerado. Al ver el bosque completo en vez de sólo el árbol que tienes delante, quizás seas capaz de ver otros caminos (soluciones a tu problema) que no puedes ver en tierra firme.
«Recuerda la totalidad de la sustancia, de la que participas mínimamente, y la totalidad del tiempo, del que te ha sido asignado un intervalo breve e insignificante, y del destino, del cual, ¿qué parte ocupas?» – Marco Aurelio
Cómo hacer este ejercicio estoico
La manera más efectiva, en mi opinión, de llevar a cabo esta práctica estoica es a través de una visualización. Si por tu psicología eres más de escribir o dibujar que de visualizar, es perfectamente válido y, como Séneca, te recomiendo utilizar lo que mejor te sirva a ti.
Vamos a ver cómo llevar este ejercicio de la vista desde arriba a la práctica:
Siéntate y cierra los ojos
En primer lugar, ponte un cronómetro con 5 o 10 minutos para despreocuparte del tiempo. Siéntate en una postura cómoda y cierra los ojos. Haz 3 o 4 respiraciones profundas para asentar la atención.
No hace falta que estés en una posición concreta, pero si es importante que sea cómoda. Si te sientas en una posición en la que te duelan las rodillas o alguna parte del cuerpo, comenzarás a desviar tu atención hacia ahí, perdiendo la concentración y eficacia de la práctica.
Aléjate de todo
Ahora, visualízate en tu posición en la silla, y empieza a alejarte hacia arriba.
Imagina que eres un pájaro que se va alejando de ti. Primero te ves en la silla, luego ves esa parte de la habitación, luego toda la habitación completa, luego tu casa, luego el edificio entero, luego el barrio, luego la ciudad, la región, el país, y así sigues «volando» hasta arriba. Puedes incluso imaginarte que sales del planeta y ves la tierra desde el espacio.
Como comprobarás, eres un minúsculo punto que apenas se ve desde el espacio.
Imagínate tu problema. Es menor aún, porque tan sólo se trata de un pequeño momento en toda tu vida.
Lo bueno de esta práctica concreta es que estarás poniendo todo en perspectiva, y que no sólo te estarás alejando de ti, sino también de la ansiedad, miedo, frustración y preocupaciones que te está generando la situación que estás pasando.
Date tiempo
El estoicismo es, fundamentalmente, un entrenamiento. Y como con cualquier entrenamiento, necesitas práctica, persistencia y paciencia. No te agobies si no te sale bien a la primera, ni a la segunda. Lo importante es que sigas practicando, y que cada día lo irás haciendo un poco mejor.
Si necesitas ayuda específica, aquí me tienes para lo que necesites.
Si este artículo te ha gustado, te recomiendo que eches un vistazo a mi curso «Estoa: Sabiduría clásica para la vida moderna», donde explico 14 técnicas estoicas para entrenarnos en la serenidad y la adversidad como hacían los estoicos.
Muchas gracias por haber leído hasta aquí, y ánimo con tu práctica de la vista desde arriba. El estoicismo es una filosofía que paga sus dividendos a quiénes la llevan a cabo. No tengas prisa, y céntrate en buscar progreso, no perfección.
Hasta la próxima. Pepe.